Estoy enamorada, algunos lo llamarían obsesionada, de una familia mítica.
Técnicamente, no son un mito, porque existen. Pero ver a uno es como ver a un león salvaje por las calles de Nueva York. Raro. Excepto cuando salen en los periódicos.
Yo sé algo de eso. Trabajo para Vice City Times, un periódico informativo y al servicio de las organizaciones criminales del mundo. Y en nuestro mundo, la familia Fausti está considerada la realeza entre asesinos, ladrones y, en general, cualquiera que acostumbre a hacer negocios en la oscuridad.
Porque roban corazones, mientras aún laten.
Como periodista de investigación que soy, seguí las migajas hasta que me llevaron a Nazzareno 'Naz' Fausti.
Mi sueño era ir de incógnito, conocerlos y escribir un artículo detallando todo lo que descubriera. Nunca planeé presenciar cómo Naz robaba un corazón directamente de su pecho.
El mío.
Me llamo Ava Gerardi, alias Pepper Nash, y estoy escribiendo mi propia historia.
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