Llaman a este lugar el patio de recreo de los multimillonarios.
Yo, Aiden Knight, reclamé mi derecho en cuanto llegué. Cruce todas las lineas.
Pinté sus techos rococó con sangre.
Ahora mi casino es la iglesia más popular de la ciudad, y el vicio es la única confesión requerida.
Mi casa.
Mis reglas.
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