Tomar lo que quiere nunca ha sido un segundo pensamiento para Lincoln Kirk. Su imperio de salas de póquer privadas y de alto riesgo le ha brindado todo lo que pensó que quería en esta vida. Hasta que no lo hizo. En el momento en que el duendecillo rubio y exuberante irrumpió en su vida con sus caderas de Mae West y la sonrisa de Judy Garland, todas las apuestas se cancelaron.Holli Holliday trabaja en una sala de póquer como un cisne en un lago tranquilo. Deslizarse por la vida a toda prisa es lo que la ha llevado tan lejos. Sus sueños para el futuro no incluyen el póquer y la preocupación por el alquiler atrasado, pero necesita una buena puntuación más antes de poder recuperar las riendas de su fugitiva vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.