Cuando el Sultán Zayne convoca a mi mejor amiga para tomarla como su nueva víctima, ya no puedo fingir ser ciega y ofrecerme como voluntaria en su lugar. Mi único plan: tejer un cuento cada noche y, con suerte, averiguar por qué él asesinaba en primer lugar.
A medida que desenredo el tapiz de mentiras, descubro que dentro de los muros dorados del palacio ocurren más cosas de las que nadie en el país podría imaginar. Me he entretejido a mí misma en la historia, y si no tiro del hilo correcto, no sólo está en juego mi vida, sino también mi corazón.
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