Los celos se ven bien en azul.
El viaje en la nave espacial cuando has sido secuestrada apesta.
No consigo una almohada, no hay bocadillos, y lo peor de todo: la nave se estrella. Excepto que no se estrella en la Tierra, ni siquiera en Marte.
No, estoy en una galaxia completamente nueva, en un planeta extraño y algunos alienígenas con cuernos con aspecto de fisicoculturista y muchos piercings han decidido que soy su nuevo juguete y no en el buen sentido.
Hasta que un alienígena decide que no va a compartir, y tal vez tenga una conmoción cerebral por el choque, porque me interesa la forma posesiva en que me protege. Pero no hay forma de que pelee con todo su clan por mí... ¿verdad?.
Nada en mi vida me había preparado para los clubes de motos extraterrestres.
Frankie: Pensé que las abducciones extraterrestres sólo ocurrían en las películas. Pero aquí estoy en un extraño planeta con suelo verde y una banda de musculosos con cuernos y malvados alienígenas en motocicletas. Todo lo que quiero es volver a la Tierra, pero el macho alfa a cargo ha decidido que le pertenezco. Ahora estoy en la parte trasera de su moto yendo a toda velocidad a un destino desconocido y súper asustada porque me gustan sus bíceps y su serio ceño fruncido. Lo bueno es que tengo algunos días personales libres acumulados, porque esto podría tomar un tiempo...
Daz: Se supone que el trabajo es fácil. Todo lo que tengo que hacer es entregar una nave espacial de carga viva a los vil Uldani y ellos liberarán a mi hermano. Si fallo, se desquitarán con él. Excepto que la carga es algo que nunca he visto antes... hembras humanas. La que se llama Frankie es hermosa y suave, y ya he derramado sangre por ella. ¿Ahora cómo voy a salvar a mi hermano? Porque esta hembra humana es mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.