Willow. Florista y plebeya. Yo era su rey, un despiadado y brutal gobernante que no se echaba atrás. Y desde el momento en que la vi supe que era mía. Tenía que tenerla, no solo en mi cama sino también a mi lado. Como mi reina. Así que la sacaron de su casa e hice un trato con ella. Me aseguraría de que su enferma madre fuera atendida y pagara sus deudas si aceptaba una cosa. Ser mi esposa y llevar a mi heredero. Lo que quería obtener, y lo único que quería más que todas las riquezas y joyas del mundo era a ella. Willow.
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