Hace doce años, James Hard cometió un error. Nunca le pidió a Eliza que fuera con él al baile de graduación, perdiendo su oportunidad con la rubia con curvas. Dejó la ciudad para ir a la universidad y a la gran ciudad. Ahora ella ha vuelto y no está dispuesto a dejar que se le escape de los dedos otra vez. Ella le pertenecerá. Sin embargo, cuando la golpea con su motocicleta, no sabe si tiene alguna posibilidad.
Eliza recuerda la reputación de los Hard Boys y no está interesada en ser una conquista más, al menos, no pretende serlo. Ahora son mayores, más sabios, y estar en la cama de James es mejor que cualquier cosa que pudiera imaginar.
No es como sus hermanos. James quiere más, para siempre, pero no sabe cómo conseguirlo sin ahuyentarla.
Con las mujeres arrojándose sobre él, Caleb Hard nunca tuvo la intención de calmarse. Pero secretamente quiere encontrar una mujer y tener un matrimonio exactamente igual al que tienen sus padres. En el momento en que Lilly entra en su mundo, no puede sacar a la mujer de su mente.
La reputación de su madre la sigue a todas partes, y Lilly está acostumbrada a que se susurre sobre ella. Cuando Caleb le ofrece su amistad, ella está más que feliz de aceptarla. Lo que no espera es que él admita que quiere una virgen como ella. Un perfecto caballero, Caleb no se apresura.
Está enamorado y no se trata de sexo. Quiere siempre, pero no quiere asustarla. ¿Existe alguna posibilidad de que funcionen realmente?
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