Cabello negro como plumas de cuervo, piel tan blanca como la nieve, labios tan rojos como, bla, bla, bla, bla. Si una persona más me llama dulce e inocente, voy a enloquecer.
Tengo asuntos más urgentes en los que pensar. Como el hecho de que nuestra manada de lobos está en una deuda seria. Si no puedo encontrar una forma de asegurar financiación para nuestra hacienda, perderemos nuestro santuario de cambiantes. A mi madrastra, tan maravillosamente malvada como es, se le ocurrió un plan: seducir a un rico joyero quien está de visita durante el fin de semana. Y luego, cuando él esté de acuerdo en vincularse conmigo y me haga suya por siempre, estaremos salvados. No es un mal plan, considerando que es locamente atractivo y he tenido un enamoramiento por él desde siempre.
Un problema: No soy seductora, no existe ni la remota posibilidad. Es bueno que mi mejor amigo de la niñez, Hunter, haya regresado al área. Siempre ha sido un mujeriego y sabe cómo conseguir lo que quiere. Acepta enseñarme las reglas de seducción, pero pronto, noto que soy yo con la que están jugando.
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