Siempre digo que todo ocurre por algo. Por algo, censuraron este libro. Puede que haya sido para recordarme que yo nací para gritar, cantar, contar…, y no para vivir con una mordaza en la boca. Quizá todo ha pasado para que pueda venir de nuevo a este apartado y darles las gracias a los que me ayudaron antes de que el proyecto saliera a la luz y a los que lo habéis hecho en la dura travesía por la que he pasado con él. Y, quizá, ha ocurrido para darme cuenta de los que están ahí. Ahora, estamos de vuelta con mucha más fuerza, admirando más a estos personajes, queriéndolos más. Gracias, de corazón, a todos los con vuestras grandes y emocionantes opiniones sobre esta historia me habéis animado a seguir luchando. Sumergirte en un proyecto que necesitas hacer sola y verte rodeada por los de siempre es lo más grande que pueda agradecerse. Tengo muchos motivos para escribir este apartado, pero seré breve y concisa; cada quién sabe todo lo que ha aportado a la historia que leerás a continuación. A mi familia, el apoyo más grande que tengo. Se publicarán doscientos libros y vosotros seréis mi primer pensamiento al escribir esta parte tan personal de cada uno. A mis Uni, porque están siempre ahí y dando de ellas la parte más personal y profesional. A Angy Skay, por darme el calor de mi editora, aparte de amiga, a pesar de ser un proyecto paralelo. A los profesionales de Editorial LxLpor sus servicios editoriales; tener a los de siempre formando el proyecto es un lujo. A Chari Rodilana, mi amiga, lectora cero, crítica y luchadora incansable de la libertad.
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