Serie The Infinite City

Conoció a su compañera destinada demasiado pronto.

Audaz, amable y aventurera, Kiara era todo lo que Volcair necesitaba en su rígida y formal vida. Junto con su mascota inux, Cypher, los tres fueron inseparables durante los años de Volcair en la Tierra. Pero los mismos vientos del destino que los unieron cuando eran niños los volvieron a separar. Con medio universo separándolos, los años pasaron rápidamente, y Kiara parecía perdida para él para siempre. Enojado y amargado, se lanzó al servicio militar para el Dominio Entris, buscando escapar del dolor de la pérdida.

Cuando el azar los vuelve a unir casi dos décadas después, Volcair descubre que sus sentimientos por Kiara solo han crecido: la necesita ¿Se les ha concedido una segunda oportunidad o el tiempo ha abierto una brecha entre ellos que no se puede cruzar?

Arthos, la Ciudad Infinita, es un lugar de maravillas alienígenas y belleza indescriptible, y, lo más importante para Samantha, también está a mitad de camino de su abusivo ex novio. Llegó a la ciudad desesperada por un nuevo comienzo, pero se encuentra pisoteada en un mundo de seres alienígenas distantes con pocas esperanzas de encontrar su lugar, y una buena posibilidad de ser secuestrada o asesinada antes de que pueda establecerse.

Al menos hasta que sea salvada por un irresistible alienígena con ojos penetrantes y una sonrisa seductora.

Alkorin es la encarnación viviente de la tentación, y no hace ningún esfuerzo por ocultar su deseo por ella. Pero cuando su pasado amenaza con arrastrarla a un inframundo peligroso, ella descubre que él no es quien dice ser. Después de soportar tanto sufrimiento, ¿puede soportar dar un salto de fe con este misterioso alienígena? ¿Puede confiar en él no solo con su vida, sino también con su corazón?

Debería haber sido un trabajo fácil: entregar el chip de identificación, recibir el pago y salir. Pero cuando Drakkal ve a una humana hermosa en el zoológico privado de su cliente y la reconoce instantáneamente como su compañera, la situación se complica. El lema por el que ha vivido durante mucho tiempo, no seas estúpido, se deja de lado cuando la bestia en él exige que tome a esta hembra y la haga suya sin importar lo que deba hacer. Y cuando ella huye de él, la cacería comienza.

Después de quedar embarazada de su pedazo de basura ex novio, secuestrada y vendida para ser criadora en una colección de sótanos de un rico alienígena, Shay tiene que admitir que las cosas no se ven muy bien. Pero está decidida a darle a su hijo nonato una vida decente. Su primera oportunidad aparece en la forma de un azhera brusco pero increíblemente atractivo que obliga al dueño de Shay a venderla a él. Al negarse a cambiar de un amo alienígena por otro, ella se escapa de él en su primera oportunidad. Sin embargo, Shay no puede olvidar al intenso azhera y su mirada acalorada, y pronto se da cuenta de que él tampoco la va a olvidar.

Pero el antiguo dueño de Shay también la recuerda, y está decidido a recuperar su preciada posesión, y vengarse del azhera que la tomó.

Él es violento, volátil y ama una buena pelea. Ella es pequeña y dulce, y todo lo que él anhela ¿Pero puede hacerla suya sin lastimarla?

Thargen deambula por las extensas calles de Ciudad Inferior con un objetivo: una bebida. Bueno, tal vez varias copas y una buena pelea de bar a la antigua para desahogarse. Pero en el momento en que ve a Yuri trabajando detrás de la barra, se siente abrumado por un nuevo deseo: ella.

Yuri es su opuesto de muchas maneras (delicada, suave, hermosa) y sabe que la rabia primaria e incontrolable en su corazón hace que sea demasiado peligroso para él tenerla. Pero la quiere a ella.

La necesita.

Y cuando una serie inesperada de eventos los deja varados juntos en un planeta desconocido y hostil, se vuelve casi imposible para él resistirse a ella. Perdido en una ladera llena de hambrientos skeks, Thargen debe confiar en sus habilidades de supervivencia y la ferocidad que arde en su núcleo para proteger a Yuri hasta que puedan regresar a casa.

Pero, ¿quién la protegerá a ella de él?