¿Qué harías si la persona que más odias se convierte en la única persona con la que puedes vivir?
Un tirano por el día, un playboy por la noche. Esa es la reputación que precede a Richard VanRyan. Él vive su vida de la manera
que quiere, sin importarle las opiniones de otros. No se preocupa ni por nada ni por nadie, y no tiene intención de cambiar su
manera de ser. Katharine Elliott trabaja como asistente personal de Richard. Ella le desprecia y no comparte su más que
cuestionable ética profesional, pero no tiene otro remedio que soportar y gestionar todas las tareas que Richard le encarga ya
que necesita su trabajo para poder subsistir. Hasta que llega el día en el que él le pide algo que Katharine nunca imaginó. Un
nuevo acuerdo, con un trabajo diferente: ser su prometida en lugar de su asistente personal. ¿Qué es lo que puede suceder
cuando dos personas que se detestan tienen que vivir juntas y actuar como si estuvieran locamente enamoradas? ¿Sobrevivirán
al acuerdo que han firmado?
Richard
Llegando a la gran entrada del hospital, apreté los frenos con tanta fuerza que mi
coche vibró.
Mis llantas chirriaron y dejaron marcas negras en el pavimento. Tiré de la puerta, salí
del asiento, y ni siquiera me molesté en cerrarla detrás mío. Tuve suerte de recordar
recoger las llaves.
Un guardia de seguridad me detuvo antes de llegar a las puertas corredizas del hospital,
levantando la mano. - Señor, no puede dejar su coche allí. El aparcamiento está al otro
lado de la calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.