Mis barbie se casaban a los veinte, piensa Moro en el día de su cumpleaños número veintinueve, mientras amasa pizza en su pequeño departamento del barrio de Almagro.
Moro se promete a sí misma que este será el año en el que conocerá al amor de su vida y para reforzar su desición se anota en el gimnasio, cambia su look y abandona a su psicóloga.
Sin embargo, a veces, el desear algo con toda intensidad no parece condición suficiente para que lo anhelado suceda y así mientras los príncipes se transforman en sapos, los jefes se tornan molestos y los amigos invasivos, aquello que deseamos, se desdibuja.
¡Pero no todo es tan desastroso! Con el tiempo Moro descubrirá que a veces solo un cambio de perspectiva sobre nosotros mismos y los demás puede abrirnos caminos insospechados.
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