Cuando el modesto estudiante universitario Emery Sutton se despierta en la morgue, le toma unos minutos recordar que tiene magia (¡superpoderes, maldita sea!) y se libera del cajón refrigerado. Y la bolsa para cadáveres. (Dios.) Sin embargo, no tarda mucho en recordar al tipo sexy con alas con el que se topó justo antes de que un autobús de la ciudad lo atropellara.
El Segador Junior John debe explicarle a su supervisora cómo su primer trabajo en solitario salió tan mal. Todo lo que sabe es que se topó con Emery por accidente, que lo vio cuando no debería haber podido hacerlo, y que cuando accidentalmente se tocaron, un autobús salió de la nada y lo atropelló. (John realmente se siente mal por eso.)
Ángeles calientes, demonios molestos, secuestros, disparates, absurdos,hermanos borrachos, una pizca de romance tonto, un apego desordenado a las alas y una oferta altamente desorganizada por la dominación del mundo… En No temas a la (no realmente sombría) Parca la Parca sigue a Emery y a John por el hoyo de la parábola en el que descubren que las mamás dan más miedo que los demonios del infierno, que un cabrito es un cachorrito sin importar lo que diga la hermana de Emery y que un romance incómodo puede suceder en cualquier parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.