Cuando su último empleado renuncia en el acto, todo lo que Daegry aprecia se pone en juego. Su casa, su tierra y su preciado negocio de cultivo de calabazas. Aclamado a través de las Galaxias o no, la temporada de cosecha está sobre él y, desafortunadamente para Daegry, tiene demasiada tierra para trabajar solo, sin mencionar que hay un humano molesto que interfiere con sus teléfonos.
Despedida de su trabajo semanas antes de Halloween, Willa se preocupa si alguna vez podrá pagar el alquiler o, peor aún, decorar su casa para lo que claramente son las mejores vacaciones del año. Pero no todo está perdido. Una oferta de trabajo para Gary's Gourds le llama la atención. Nunca antes había trabajado en una granja, pero eso no es un impedimento. Sin embargo, lo que sí le disuade es el hombre imponente a cargo del negocio. Él es alto, está de mal humor y está francamente furioso porque ella sigue interrumpiendo su día.
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