Nunca le he contado esto a nadie pero cargo a cuestas un amor no resuelto. Un amor silencioso y
privado que ya no existe y que nadie supo que existió. Un amor que no acabé yo, que no se me acabó.
A veces siento ganas de llorarla y no puedo. He tratado de hacerlo por otra cosa, lo que sea: por una
película, una canción, por los dolores de mi mamá, por ese video de YouTube en el que un novio pide
matrimonio con una comparsa al ritmo de una canción de Bruno Mars, por la foto de un gato muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.